La indefensión del bebé explica la relación afectiva especial que establece con las personas que le quieren y le crían. Reacciona con ansiedad, pierde el apetito y se altera el sueño cuando los padres se ausentan mucho rato. A los dos años la mayoría continúa experimentando ansiedad por separación, pero a partir de esta edad el malestar cuando no están los padres empieza a disminuir hasta desaparecer en los años siguientes. La ansiedad por separación posee valor adaptador puesto que el bebé necesita cuidados constantes, pero a medida que adquiere repertorios de conducta los padres deben desvanecer la supervisión para no obstaculizar el logro de la autonomía personal. El proceso gradual de retirar la supervisión y fomentar la iniciativa y la independencia puede verse alterado, de modo que la ansiedad por separación no se extinga sino que se agrave convirtiéndose en un trastorno que afecta al 4% de los niños, al 1,6% de los adolescentes y al 1,4% de los adultos. Los estudios familiares de «arriba-abajo», que evalúan a los hijos de padres con trastornos de ansiedad, y de «abajo-arriba, que evalúan a los padres y a otros familiares directos de niños con trastornos de ansiedad, revelan que la ansiedad hasta acierto punto es asunto de familia, así, el 83% de las madres de niños con trastorno de ansiedad por separación han recibido en algún momento de su vida el diagnóstico de un trastorno de ansiedad. Además del contagio emocional las prácticas educativas inadecuadas, como la sobreprotección, contribuyen a la aparición del trastorno. Por tanto, la prevención y el tratamiento ha de centrarse en la familia y no limitarse al niño.

Catedrático de la Universidad de Murcia. Especialista en Psicología Clínica. Profesor tutor del Centro Asociado de Elche, de la Universidad Nacional a Distancia Española (UNED). Profesor invitado de varias universidades españolas y extranjeras. Autor y coordinador de numerosas libros sobre tratamiento psicológico en la infancia y adolescencia, destacando Programa FORTIUS: Fortaleza psicológica y prevención de las dificultades emocionales (Pirámide, 2013), Miedos y temores en la infancia (Pirámide, 2012), Manual del psicólogo de familia (Pirámide, 2012), Terapia psicológica (Pirámide, 2012), El niño que no sonríe (Pirámide, 2011), El niño miedoso (Pirámide, 2011), Terapia psicológica con niños y adolescentes (Pirámide, 2011), Depresión infantil y adolescente (Klinik, 2011), Cómo dar a las a los hijos para que vuelen solos (Pirámide, 2010), ¿Depresión o felicidad? (Nova Galicia, 2010). Director de las colecciones “Ojos Solares” y “Guías para Padres y Madres”. Actualmente su interés investigador y clínico se centra en la psicología positiva y en la prevención y tratamiento de los problemas emocionales en la infancia y adolescencia. En 2014 fue galardonado con el Premio AITANA por su contribución a la psicología clínica infanto-juvenil.