BRAM OROBIO DE CASTRO
BRAM OROBIO DE CASTRO
Los problemas de comportamiento agresivo afectan tanto a los niños, como a sus familiares y a la sociedad. La intervención temprana con los padres, los maestros y las cogniciones sociales de los niños ha demostrado ser eficaz, pero los efectos son modestos y difieren marcadamente entre los niños y las familias. Para aumentar la efectividad de la intervención puede ser crucial comprender mejor los procesos cognitivos sociales específicos que mantienen el comportamiento agresivo en niños a nivel individual. Una mejor comprensión de cómo los propios niños perciben las interacciones sociales que provocan sus comportamientos agresivos puede ayudar a mejorar su contexto social, motivar a los niños y practicar habilidades en estas situaciones específicas. Sin embargo, para muchos niños con problemas de conducta las cogniciones sociales más importantes sólo se activan en situaciones emocionales altamente atractivas, como ser (aparentemente) tratados injustamente, perder en un juego o reírse. Examinar las respuestas sociales cognitivas a estas situaciones emocionales altamente atractivas requiere obviamente métodos de investigación innovadores que nos permitan "identificar" rápidos procesos psicológicos en situaciones altamente emocionales (a menudo aversivas) y permitir que los participantes se comporten agresivamente. Desde hace 10 años trabajamos en el desarrollo de estos métodos. Hemos desarrollamos procedimientos para probar las cogniciones emocionales y la agresión en los conflictos de compañeros en escena reales, en las competiciones online y en la realidad virtual. Usando estos métodos encontramos que los procesos cognoscitivos sociales difieren marcadamente entre los niños de una manera sistemática. Las cogniciones sociales específicas están involucradas en tipos específicos de agresión. Por ejemplo, la agresión reactiva está relacionada con desviaciones en los aspectos de codificación, evaluación y representación de la cognición social, que están implicados en la hipersensibilidad a la amenaza. Por el contrario, la agresión proactiva está relacionada únicamente con los aspectos narcisistas y de autoeficacia de la cognición social, involucrados en la selección de respuesta agresiva. Estos hallazgos sugieren que la práctica actual de dirigir a todos los niños con intervenciones cognitivo-conductuales relativamente amplias puede perder la marca para niños con perfiles cognitivos sociales específicos, quienes pueden beneficiarse más de un enfoque intensivo en sus cogniciones individuales específicas. Por ejemplo, no parece sorprendente que las técnicas de control de la ira incorporadas en la TCC sean de poco útiles para los niños que se comportan agresivamente por placer o expectativas positivas de resultado. Los efectos del tratamiento pueden volverse sustancialmente más fuertes si las intervenciones se dirigen directamente a los procesos cognitivos sociales específicos de la persona implicados en el mantenimiento de los problemas de comportamiento de los niños a nivel individual.
El Profesor Orobio de Castro estudió Psicología del desarrollo en la Universidad de Amsterdam (Cum Laude) y en la Universidad Libre de Ámsterdam en colaboración con la Atención Psiquiátrica Infantil de Bascule. Su tesis sobre el procesamiento de información social en niños con conducta altamente agresiva recibió el premio a la mejor tesis europea durante los años 1999-2001 por la Sociedad Europea para Psicología del Desarrollo y continuó con una subvención de la Fundación de Ciencia de Holanda (NWO) VENI para continuar su investigación en esa área. En 2006 fue nombrado profesor titular de psicopatología experimental del desarrollo. Actualmente dirige el Departamento de Psicología del Desarrollo de la Universidad de Utrecht. Es Presidente del Comité Holandés de Certificación para la Intervención basada en la evidencia para la Juventud (NJI DEI) e investigador principal de consorcios nacionales para la intervención efectiva de problemas de conducta y en contra del acoso escolar (NRO). La investigación de su grupo se centra en el desarrollo de problemas de comportamiento, haciendo énfasis en la investigación experimental sobre factores socio-cognitivos y estudios de intervención de corte longitudinal y experimental. Para ello ha desarrollado procedimientos experimentales para manipular las interacciones sociales conflictivas y los procesos cognitivo-sociales. Simultáneamente, ha desarrollado ensayos aleatorios sobre la eficacia de las intervenciones para reducir los problemas de comportamiento perturbador, con el objetivo secundario de estudiar los procesos de mediación. Actualmente es investigador principal de múltiples ensayos aleatorios de intervención, incluyendo intervenciones de corte cognitivo-conductual en centros educativos y atención de salud mental, e intervenciones de padres con bajo nivel socioeconómico y madres con historia de encarcelamiento. Recientemente, el Prof. De Castro fue galardonado con una subvención VICI de la Fundación de Ciencias de Holanda (NWO) para diseñar y estudiar la evaluación mediante realidad virtual y la intervención del procesamiento de información social en niños con problemas de conducta perturbadora.