Josefa Canals

Catedrática de Universidad (Departamento de Psicología, Universitat Rovira i Virgili) con el perfil de Psicopatología  del niño y del adolescente. Sus líneas de investigación son: Epidemiología de trastornos psicopatológicos en las etapas del niño y adolescente. Desarrolla estudios longitudinales sobre nutrición y desarrollo cognitivo y conductual: Factores prenatals y postnatales nutricionales sobre el desarrollo. La Dra. Canals tiene acreditados 4  sexenios y 5 quinquenios, y tiene un factor en Research Gate de 34.06 (Clinical Psychology, Developmental Psychology). Ha publicado más de 100 artículos y ha dirigido 12 tesis. 

Se presentan los datos sobre la epidemiología del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el trastorno del espectro autista (TEA) en los programas preescolares y para niños en edad escolar de dos estudios llevados a cabo en las escuelas de Cataluña. En el contexto clínico, el TDAH es uno de los trastornos más frecuentes en niños y adolescentes, y los casos de TEA han aumentado dramáticamente en la última década. Hay pocos estudios en España sobre la epidemiología de estos problemas, pero se estima que ambos pueden afectar al 7-8% de la población infantil, y facilitan dificultades de rendimiento escolar y problemas de adaptación a la familia, la escuela y el entorno social. Las comorbilidades con otros trastornos son frecuentes. Para el TDAH, además de los factores genéticos, varios factores de riesgo como fumar o beber durante el embarazo, la edad de la gestación, el peso al nacer y otras variables ambientales se ha relacionado. Los estudios sobre los factores etiopatogénicos en el TEA son más recientes y la literatura sobre este tema ha sido ampliada. En este sentido, la exposición a sustancias ambientales, tales como algunos metales, pesticidas y compuestos orgánicos volátiles durante el embarazo han mostrado un deterioro del desarrollo del cerebro y han sido relacionados como factores de riesgo del TDAH y TEA. En este simposio se aportarán datos españoles de estudios sobre la influencia genética en el TEA. Los resultados sugieren que existe una compleja interacción ambiental y genética, con cientos de variantes genéticas que contribuyen a la etiología del TEA.